Sal fuera | Génova
La abadía de San Fruttuoso es un rincón del paraíso. Este antiguo monasterio benedictino es una pintoresca escapada. Pasea por sus callejuelas con columnas para admirar la arquitectura románica, y recorre el Claustro Inferior para ver las tumbas de la familia Doria. La Abadía y el pueblo pesquero que la rodea se erigen como un verdadero oasis en un escenario único.