Té de la tarde en el Museo Británico

Un personal estupendo y una comida aún mejor. La atención al detalle y que siempre te sientes bienvenido y cuidado fue la mejor experiencia que he tenido en años.

La calidad de la comida no era la esperada, y el servicio no era genial. Un camarero tardó más de 15 minutos en venir a la mesa después de sentarme, y pasaron otros 10 minutos antes de que me trajeran agua. Las mesas más grandes que llegaron y pidieron después de mí recibieron sus platos primero, y se negaron a traer más agua caliente para mi tetera cuando se lo pedí. Los postres eran demasiado dulces y los bocadillos estaban secos. Los bollos estaban buenos.

Buenos bocadillos, bollos y mini pasteles. Todo lo que se esperaba. Sólo una taza de té / café incluido. Hacía mucho calor en el restaurante y acabamos tomando 1xcafé, 1xté y 2xagua con gas por un total de 20 libras y pico. Lo mejor de todo fue que nos saltamos la hora de entrada al museo-que, como los vales de té de la tarde dio acceso a una línea de vía rápida. No lo sabía, quizás no leí la letra pequeña. Pero fue genial. Tal vez en un día lluvioso el lugar es mejor.

La ración de comida es grande, sobre todo los bollos. Veo que otras mesas se llevan . El restaurante debería recordar a la gente que es una ración para compartir para algunos clientes . Es bastante incomodo que traigan cajas de comida para llevar cuando visitan el museo.

La comida estaba buena. El trato amable y cercano de Deniz, el empleado que nos atendió, fue maravilloso.

No es como lo describen- estás literalmente en medio de la cafetería rodeado de gente pidiendo platos de pescado malolientes. El personal muy amable y la atención del personal muy buena.

Comida deliciosa, entorno encantador, me encanta el té de la tarde. Podría usar una tetera más grande.

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